Aunque a veces nos dé pudor admitirlo y nos sonrojemos con solo recordarlas, la inmensa mayoría de nosotros tiene o ha tenido algún tipo de fantasía sexual más o menos recurrente. En realidad, es toda una prueba de salud sexual, así que ¡reivindiquemos nuestros deseos más ocultos!
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¿Qué son las fantasías sexuales?
Suelen definirse como representaciones mentales que sirven para canalizar nuestros deseos íntimos. Desencadenan sensaciones placenteras en nosotros y en ellas todo está permitido. De hecho, parte del goce que nos reportan está asociado a la inexistencia de límites. ¡En nuestra cabeza todo vale!
¿Las fantasías tienen género?
En realidad no hay grandes diferencias entre las fantasías que experimentamos los hombres y las mujeres. Sin embargo, el Instituto Mexicano de Sexología (IMESEX) considera que existen ciertos elementos recurrentes en los sueños eróticos femeninos que no se dan en los masculino y viceversa. Por ejemplo, las mujeres suelen soñar con besos, caricias, abrazos, la sensualidad en general y la desnudez. Pero, sobre todo, ellas fantasean con el amor en letras de neón. Los chicos, en cambio, dan mayor importancia al coito y la penetración en sus fantasías. De hecho, suelen canalizar sus fantasías mediante la masturbación.
Ellas y sus fantasías
- Mantener relaciones sexuales con alguien que no sea su chico
- Atreverse con prácticas sexuales que no experimentaría en la vida real
- Tener sexo romántico al más puro estilo peliculero
- Ser una prostituta (eso sí, con clase y, a poder ser, con el destino de Julia Roberts en “Pretty Woman”)
- Practicar el sexo en un lugar público, prohibido
Fantasías masculinas
- Participar en tríos u orgías
- Observar cómo se masturba su pareja
- Ser el sumiso de alguien y cumplir sus deseos
- Atreverse con el voyeurismo
- Grabarse mientras practica el sexo
En realidad, los expertos consideran que una gran parte de nuestras fantasías no lo son tanto. Es decir, muchas de ellas tienen una base real. ¿Te animas a descubrirla?