Contra la monotonía sexual: ¡pásate al Kamasutra!

el kamasutra

¿Quién no conoce el Kamasutra? Quien más, quien menos, ha echado un vistazo a este antiguo libro de origen hindú que, a base de analizar el comportamiento sexual humano, ha conseguido animar nuestro erotismo y refrescar nuestra imaginación en la cama.

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El Kamasutra y el sexo

Aunque difícilmente consigamos concentrarnos en algo que no sea las sugestivas imágenes que incluye el Kamasutra, sus 36 capítulos dan para mucho. Y si te los lees, te convertirás en toda una autoridad en cuestión de besos, juegos sexuales preliminares, orgasmos, sexo oral, tabúes, tríos, seducción e incluso el matrimonio. Pero ¿quién quiere limitarse a leerlo cuando puede practicarlo (y perfeccionarlo)?

kama sutra

¿Cuáles son las posturas top del Kamasutra?

Si lo que buscas es el Nirvana sexual o, lo que es lo mismo, un orgasmo histórico, el Kamasutra debe ser tu libro de cabecera. En él encontrarás muchas posturas fáciles para practicar con tu chico o chica y disfrutar como nunca. Aquí tienes una pequeña selección:

Postura de la dama: Sentado, él se apoya sobre sus brazos hacia atrás, con los muslos separados. Ella se sube sobre él, cara a cara, aprisionándole entre sus piernas. Es ella la que marca el ritmo de sube y baja, acelerándolo o ralentizándolo para jugar con la intensidad.

Postura de la escalada del deseo: Él de pie y recto. Ella salta a sus brazos, cogiéndose de sus hombros y rodeando su cuerpo con las piernas. Aquí es él quien lleva la iniciativa, moviéndola arriba y abajo como si fuera un ascensor en su interior.

Postura de la carretilla: Él se sitúa detrás, agarrándola por lo tobillos. Ella, a medio camino entre la carretilla infantil y el pino. Se trata de desafiar la gravedad, sintiendo el vértigo de la penetración por detrás.

Postura del Súper G: Ella se coloca a cuatro patas, con los brazos extendidos para guardar el equilibrio. Él se arrodilla detrás y sujeta con firmeza las caderas de ella para poder embestirla con movimientos rítmicos hacia delante y hacia detrás.

Postura del pájaro prisionero: Ella se tumba sobre la espalda, levantando las piernas. El hombre se arrodilla y la penetra desde abajo, estimulando el punto G con intensidad.

Cuando hayas probado y dominado estas posturas básicas, anímate con las decenas restantes: el clip, el nirvana, el barco de vela, la flor de loto, etc. Tu vida sexual será una fiesta continua y tu pareja, sin duda, se volverá loca de placer.

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